La ET N°1 Otto Krause es una escuela secundaria técnica y pública de la ciudad de Buenos Aires a la que pueden acceder los estudiantes al final del séptimo grado de la escuela primaria a través del sistema de inscripción on line del GCBA. Ubicada en el barrio de Monserrat, forma parte del Distrito Escolar 4.
Creada por el visionario Ing. Otto Krause en 1899, la institución es la primera escuela industrial de la Nación, modelo y faro de una forma de educación innovadora para su tiempo y estrechamente vinculada al incipiente desarrollo del sector económico industrial de nuestro país en los comienzos del siglo XX.
Más de 120 años después, la escuela mantiene los principios de una educación basada en dos tipos de saberes diferentes y complementarios, cimentados por el Ing. Krause: conocimientos teóricos (asignaturas de las ciencias humanas y de las ciencias duras) y conocimientos prácticos (los talleres), a lo largo de seis años, dos de formación general y cuatro de especialización.
La misión de la escuela fue, es y será promover que los futuros técnicos sean profesionales idóneos, capaces de insertarse en la industria, con contenidos actualizados, moldeados por la identidad de una escuela centenaria, que pondera su historia y experiencia, pero trabaja de manera incesante para ser punta de lanza en vanguardia e innovación tecnológica.
Educar a los alumnos en el RESPETO por el lugar que los formó, por su Nación, y por su trabajo, los cuales les exigen una RESPONSABILIDAD en su profesión, para desde allí elegir la EXCELENCIA, y poder detentar AUTORIDAD sobre los saberes adquiridos.
La Escuela Técnica Otto Krause es la institución de educación tecnológica más antigua del país, fundada hacia finales del siglo XIX por el Ingeniero Otto Krause, como la “Escuela Industrial de la Nación”. Inspirada en los modelos de los institutos politécnicos europeos y norteamericanos, dio lugar al desarrollo de las escuelas técnicas de todo el país y más tarde a la Universidad Tecnológica Nacional.
El Ingeniero Otto Krause – egresado como Ingeniero Civil del Departamento de Ingeniería de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires – había observado que las primeras industrias que se estaban radicando en el país con capitales extranjeros, traían del exterior personal de ingeniería capacitado para proyectar, construir y operar distintas industrias. Este personal tenía conocimientos teóricos algo más rudimentarios que el de los ingenieros argentinos, pero conocimientos íntimos de las tecnologías de esas épocas. Ellos no eran graduados universitarios, sino que egresados de escuelas industriales o institutos politécnicos, de sus respectivos países.
Otto Krause fundó la Escuela para crear ese tipo de “Técnicos Industriales” que el país necesitaba, para así participar protagonicamente en el proceso de industrialización del país, que se fue acelerando a lo largo de la primera mitad del siglo XX, culminando con la sustitución de las importaciones, primero causadas por la Segunda Guerra Mundial y más tarde por políticas de industrialización de los gobiernos nacionales de Perón y Frondizi.
El edificio de la actual Escuela fue inaugurado en 1909 y el equipamiento inicial de los talleres y laboratorios se completó en 1911, cuando el Ing. Otto Krause se retiró, dejando a cargo al Ing. Latzina. Los planes de estudios eran – como hoy en día – de seis años de duración y estaban divididos en dos ciclos: el primero denominado Ciclo Básico (hoy Primer Ciclo), el cual es común para todos los alumnos y el segundo, denominado Ciclo Superior (actualmente Segundo Ciclo), está organizado de acuerdo a la especialidad elegida por el alumno. Las especialidades originales eran Mecánica, Construcciones y Química, a las cuales se agregó Eléctrica al poco tiempo. Mucho tiempo más tarde se agregó Electrónica y finalmente Computación.
Con la ley de Educación Técnica Profesional, sancionada en el 2005, el Consejo Federal de Educación (CFE) en colaboración con el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) establece nuevos lineamientos para los programas de estudios para las escuelas técnicas. Estos programas son una actualización profunda de los programas establecidos por el CONET en la década del 60. Cada jurisdicción provincial ha sido encargada de establecer sus programas de estudios dentro de esos lineamientos y presentarlos al INET para su homologación.
La ciudad de Buenos Aires ha completado ese proceso en 2012. Es de notar que el nivel académico de estas nuevas curriculas es de alta competencia, diseñadas para corresponder con las incumbencias de los técnicos, presentan un fuerte desafío para docentes y estudiantes. Los programas actualmente vigentes para las escuelas técnicas argentinas son comparables a estudios terciarios/universitarios en el resto del mundo. Lo que, por ejemplo, se denomina “ingeniería técnica” en España o engineering technology en los países angloparlantes.